En 1988, Joaquim Mollfulleda i Borrell donó al Ayuntamiento de Arenys de Mar su colección de minerales, y se inauguró una nueva sección del Museo de Arenys de Mar con el nombre de Museo Mollfulleda de Mineralogía. Hasta su muerte en mayo de 2006, Joaquim Mollfulleda i Borrell se dedicó a ampliar la colección de minerales del Museo a través de las donaciones de muchos aficionados a la mineralogía y diversas adquisiciones.
Durante la visita se puede contemplar uno de los museos monográficos de carácter científico más importantes de Cataluña, dividido en dos ámbitos. El primero está dedicado a un conjunto de minerales excepcionales distribuidos según la clasificación establecida por Strunz. En este espacio se pueden encontrar ejemplares de gran valor como el bismuto de Villanueva de Córdoba, con un excepcional cristal esquelético de 3 cm de arista, o la malaquita de Katanga, con un juego de coloraciones y formas de fantasía que la convierten en una pieza remarcable.
El segundo ámbito está dedicado a la mineralogía de Cataluña y es un espacio único para estudiar la evolución de la minería catalana donde se pueden contemplar ejemplares de las diferentes explotaciones mineras del país y de los afloramientos naturales: muestras de las minas de sal de Cardona, las fluoritas del Papiol, magníficos ejemplares de aragonito, la diversidad de minerales de la zona del Priorat.
El Museo también cuenta con un módulo dirigido a los invidentes y las personas con dificultades visuales, la mirada táctil, con ejemplares que se pueden manipular y textos en Braille.