En Arenys de Mar, hablar de la familia Castells significa hablar de encajes y blondas. Y de industria, trabajo y emprendeduría. La Fábrica de blondas y encajes Castells fue un referente y un puntal en la indústria del encaje en Arenys de Mar y en todo el país.

En el año 1862, el matrimonio formado por Anna Maria Simon, de Arenys de Mar, y Marià Castells, de Mataró, fundó la Casa Castells, una empresa que se dedicó al mundo del encaje y las blondas a lo largo de diferentes generaciones.

Cuando Marià Castells murió, la empresa renovó su repertorio de encajes, sobretodo inspirandose en el Modernismo. Los proyectos de Marià Castells i Simon, para la indumentaria pero también para el ajuar, fueron una renovación total del estilo isabelino para adaptarse de lleno a la moda del siglo XX.

La Casa Castells recibió diferentes encargos exclusivos, como la alba de blonda y chantillí para el Papa León XIII, que se elaboró junto a la casa Fiter, o el pañuelo de boda para los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia en el año 1906.

Fue especialmente importante el encargo del mantel para el altar de la capilla de Sant Jordi del Palau de la Generalitat, encargadas en el año 1927 por el presidente de la Diputación de Barcelona, Josep Maria Milà i Camps. El diseño es del propio Marià Castells y lo tejieron encajeras de Arenys de Munt.

En el Museo se conservan dibujos, esbozos, matrices, patrones y muestras de encajes, así como muestrarios fotográficos que permiten no solo contemplar la bellea de los motivos modernistas, sinó también entender el proceso de producción del encaje: de la idea inicial al resultado final.