Carmen Tórtola Valencia nació en el año 1882 en Sevilla, de padre catalán y madre andaluza, y ya de muy pequeña se trasladó a Londres. Sus padres emigraron a Méjico, pero ella se quedó con una familia aristocrática inglesa. En Londres comenzó su carrera como bailarina en el año 1908 y hasta el final de la I Guerra Mundial llenó teatros por toda Europa. En el año 1911 actuó por primera vez en Madrid y se trasladó a Barcelona.

Hasta el 1930 sus espectáculos se pudieron ver en diferentes escenarios de Europa y América. Fue una bailarina reconocida por los artistas e intelectuales de su época, pero sus danzas de inspiración exótica no gustaban a todo el mundo, porque los círculos más conservadores las encontraban demasiado liberales.

Altiva, distante, enigmática, Carmen Tórtola Valencia fue y continua siendo hoy un misterio, fascinante e imposible de conocer. Durante sus años de gloria llenó las notas de multitud de periódicos, llegó a ser la imagen publicitaria de los perfumes La Maja y sus personajes fueron la inspiración de artistas como Zuloaga, Anglada Camarasa, Ismael Smith.

Desde su retiro, junto a Àngels Magret-Vila en su casa de Sarrià, Tórtola Valencia se dedicó a coleccionar todo tipo de objetos. En concreto, su colección de encajes sorprende por los múltiples orígenes y aplicaciones. Y no solo los coleccionaba, sinó que algunas piezas las lucía dentro y fuera del escenario. Fue una coleccionista de gustos exisitos.

En su fondo de obras de arte, vestidos de danza y documentación se conserva en el Museu de les Arts Escèniques y se puede consultar aquí: http://colleccions.cdmae.cat/. El Museu d’Arenys de Mar conserva en depósito su colección de encajes, propiedad del Col·legi d’Art Major de la Seda de Barcelona.

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