La Iglesia y los encajes
Los encajes han estado estrechamente relacionados con el mundo eclesiástico. En el caso de la jerarquía eclesiástica, la celebración de las diferentes ceremonias conlleva un tipo de vestimenta. Estolas, roquetes o albas, estrellas de la indumentaria religiosa, contienen encajes. También otras piezas del ajuar litúrgico se ornamentan con encajes: manteles de altar, toallas de comulgación, cubrecálices...
En el Museu podemos ver como se realizaron las piezas de la capilla de Sant Jordi del Palau de la Generalitat.
La alba, que procede de la tradición romana, es utilizada por el sacerdote para oficiar la misa. Se trata de una pieza de ropa blanca con el cuerpo abierto por le cuello y manga larga y faldón, que podía ser hecho de encaje o malla. Su nombre procede del latín "alba", que significa "blanca".
El roquete, a diferencia de la alba, es más corto. También puede estar adornado con encajes o mallas, pero encontramos también otros tipos brodados. Los sacerdotes lo usan bajo la sotana y es la misma vestimenta que usan los monaguillos. El Museo conserva una variada selección de albas y roquetes.
Las puñetas son el adorno, generalmente de encaje, que tienen algunas piezas en la bocamanga. Las puñetas distinguen magistrados, doctores universitarios y también son lucidos por algunos cargos de la jerarquía eclesiástica.
En el Museo se expone una alba de ret fi realizada para mossèn Cinto Palomer por su madre, Teresa Alsina, en el año 1906.