La sal
La sal común (químicamente NaCl) es una sustancia de origen natural que se ha convertido en uno de los pilares fundamentales en la evolución de las sociedades humanas por su capacidad de conservar alimentos y la importancia en nuestra salud.
La ubiación de los depósitos de sal tuvo una relevancia especial en los emplazamientos de los asentamientos humanos, porque la sal permite conservar los alimentos. Por este motivo se crearons rutas específicas para mercadear con ella y se han producido numerosas guerras para controlar los depósitos existentes y los mercados.
De hecho, el término "salario", que viene del latín salarium, proviene de la cantidad de sal que se le daba al trabajador -en particular a los legionarios- para que pudieran salar sus alimentos para conservarlos. Hasta el siglo XIX se cobraba un impuesto por la sal: una de las primeras medidas que se tomó durante la revolución francesa fue abolir este impuesto, porque fue uno de los detonadores de la revolución.
La sal forma cristales cúbicos e incoloros del mineral que nombramos halita, pero también tiene una capacidad de disolución y es uno de los principales componentes del agua de los mares y océanos de la Tierra. La sal ha formado paisajes tan característicos como la montaña de sal de Cardona, un diapir único en Europa, o el Mar Muerto, en el Oriente Medio. Ha sido el origen de imperios como el veneciano y de movimietos reivindicativos como la Marcha de la Sal de Mahatma Gandhi en el año 1930.
La extracción de sal, a través de la minería o las salinas, genera todavía hoy una importante actividad económica vinculada a las diferentes aplicaciones: la gastronomía, la ganadería, la agricultura, el deshielo para las carreteras, la fabricación de baterías.